miércoles, 20 de mayo de 2009

La aventura de ser maestro.

Después de la lectura de Esteve, es claro que al emprender nuestro quehacer profesional como docentes será toda una aventura, reconociendo primeramente que al formarnos como tales en teoría todo suena casi perfecto. Sin embargo, en lo particular debo admitir que en el trayecto de mi trabajo he aprendido en muchos casos a través de probar una y otra forma de "enseñar" (ensayo y error), con ello no quiero ni pensar en cuántos jóvenes dejé de motivar o de atender correctamente.

"Maestro: no se dónde radique el mayor mérito de tu labor, si en darlo todo a cambio de nada o a partir de la nada crearlo todo", ésta frase de Leonardo Da Vinci me ha acompañado durante mi formación como docente, pues son varias las ocasiones en que tenemos que ajustarnos a los recursos existentes en el medio donde nos desenvolvemos por lo tanto, se pone a prueba nuestra capacidad creativa, innovadora y sobre todo motivante; guiar a mis alumnos hacia la formación de actitudes reflexivas, críticas y constructivas requiere de todo mi esfuerzo, de un pensamiento positivo, de superación personal, pues estoy convencida que no se puede dar lo que no se tiene.

Nos enfrentamos a diversos distractores a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo las situaciones familiares, economía, amigos, emociones propias de los jóvenes, impiden o retardan el cumplimiento de nuestros objetivos; por eso es necesario conocer a los alumnos en forma integral, así podemos ir superando los obstáculos y despertar en ellos el interés por explotar sus habilidades, aún y con todo ésto, la aventura es también sumamente reconfortante, pues las utilidades que recibo al final de cada semestre o ciclo escolar aunque no son en un 100%, son especiales: notar que mis alumnos llevan no solo en su cerebro más o mejores conocimientos, sino también en su corazón y su persona, nuevas formas de ver la vida y enfrentarse a los retos que se les presenten.

Quizá suena muy idealista o romántica mi forma de aventurarme en ésta profesión, pero bueno todas las realidades de hoy fueron sueños del ayer. En la actualidad contamos con más recursos académicos y/o pedagógicos, como para lograr una educación integral de verdadera calidad.

Agradezco sus comentarios y les envio un saludo desde mi hermoso Estado Grande: Chihuahua.

Lic. Lourdes Núñez Rguez.

Compañer@s:

Con el fin de que podamos visitar y comentar los trabajos realizados en el blog, les solicito por favor que publiquen sus direcciones en la participación del foro, para así dar cumplimiento a los lineamientos de la rúbrica.

Gracias

Lic. Lourdes Núñez Rguez.

martes, 19 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia.

Amig@s:

Indudablemente que cada uno de nosotros ha enfrentado de diversas maneras la función de ser maestro y es en gran medida producto de nuestra experiencia; en lo particular inicié mi práctica docente en educación secundaria, debido a mi formación inicial, fue complicado sujetarme a normativas y lineamientos de planeación, creí que podía hacer maravillas con mis alumnos, sin embargo más que pronto me di cuenta que requería algo más que formulismos.
La única experiencia con la que contaba, fue el ejemplo de mis maestros, por lo que empecé a reproducir patrones de trabajo, creí que esa era la mejor forma de enseñar, por algo me encuentro en éste espacio o no?, si ellos hicieron tan buena labor conmigo (modestia aparte), significaba que los antiguos métodos eran buenos.
Sin embargo esta forma de trabajo, no me era del todo satisfactoria, por lo que empecé a buscar nuevas formas de enseñar, que permitieran a mis alumnos ser más reflexivos, críticos, creativos y con propuestas claras.
No avancé mucho, ya que había que cumplir con ciertas reglas de trabajo; el siguiente paso fue buscar la manera de empatar dichas reglas con mis nuevas propuestas y dando además la oportunidad a mis alumnos de participar en su proceso de aprendizaje, esto fue sumamente importante, ya que al involucrarlos, se ven más interesados en conocer y reconocer lo que hay que aprender, les confieso que ha sido muy difícil, ya que al parecer nuestros jóvenes no están del todo dispuestos a trabajar, por lo que motivarlos se vuelve en ocasiones una tarea titánica, pero sigo en la lucha.

Espero sus comentarios.
Afectuosamente, desde Chihuahua.
Lourdes Núñez Rodríguez.